El próximo 29 de julio se reúne la Comisión Negociadora del IV Convenio Colectivo del Grupo Renfe, y esta organización está intensificando el trabajo y las reuniones para afrontar diversos retos estructurales que, en un futuro cercano, deberá enfrentar el colectivo.
– Entre las cuestiones más importantes sobre las que hay que actuar, destacamos el cambio en el actual cálculo de la variable.
En 2009, SEMAF logró un avance clave al establecer un nuevo mecanismo que reconocía el desarrollo profesional de los maquinistas. Este cambio dejó atrás un sistema injusto, donde el salario dependía de trabajar noches, festivos o perder descansos, y pasó a valorar los conocimientos y competencias profesionales, garantizando turnos equilibrados y un salario igualitario según el cuadro de servicio y la categoría.
Sin embargo, el momento actual que atraviesa el ferrocarril, con obras de gran envergadura en todo el territorio, ha alterado el modelo. Como consecuencia, nos encontramos en un periodo de transitoriedad en las cargas y gráficos de los cuadros de servicio a nivel general.
Esto nos lleva a rehacer continuamente los gráficos y a compartir cargas entre residencias, para asegurar el mantenimiento de todas.
Por todo ello, queremos propiciar un cambio en el sistema de cálculo de la variable: un sistema que no perjudique a los cuadros de servicio por la afectación que las obras y la escasez de material tienen en la programación de los tráficos, en las cargas y en la parte correspondiente del salario.
– Otra de las cuestiones estructurales que consideramos importantes es el mantenimiento de un Plan de Empleo continuo, que facilite las políticas sociales.
Si bien en breve finalizarán las salidas e incorporaciones de gran volumen —debido a la finalización de las promociones militares—, consideramos que ha sido un éxito la aplicación de esta fórmula para los procesos de personal.
Es importante mantener el dinamismo y el relevo generacional en el colectivo. Para ello, debemos preservar un marco normativo que garantice las salidas de la empresa que puedan producirse, las nuevas incorporaciones y los movimientos de residencia y gráfico.
Igualmente, el mantenimiento del Plan de Empleo es una herramienta clave para que los maquinistas podamos disfrutar de las políticas sociales y ejercer los derechos recogidos en la normativa vigente.
Por la casuística de nuestro trabajo, necesitamos dinamismo en los recursos humanos y en el Plan de Empleo, para asegurar el relevo en el gráfico y poder acceder a los derechos sociales.
– Finalmente, entre los asuntos estructurales, consideramos relevante el aumento de la formación para avanzar hacia la profesionalización continua.
Con la disminución del volumen de habilitaciones por nuevas incorporaciones y movimientos de personal, es muy importante aprovechar los recursos formativos para profundizar en la capacitación y profesionalización continua del colectivo.
Los maquinistas manejamos un volumen ingente de información normativa que afecta al modo de proceder respecto a la circulación, a cada punto de la infraestructura y a las actuaciones que requieren los diferentes vehículos en cada momento.
Sin embargo, el desempeño profesional en el día a día no requiere aplicar el conocimiento de toda esta normativa, información y procedimientos en su totalidad.
Hay supuestos que se presentan con muy poca frecuencia, por lo que profundizar en la formación siempre mejorará la capacitación y con ello la rapidez en la respuesta, incrementando así la seguridad y la eficiencia de la operación y del sistema. Y, con ello, convirtiendo al maquinista en un agente aún más imprescindible en la operación ferroviaria.
Estos son los tres ejes estructurales que estamos negociando, sobre los que se suman el resto de derechos, condiciones y cuestiones económicas, laborales y sociales.
¡Luchamos, avanzamos, luchamos!
Somos Maquinistas.
Comisión Ejecutiva SEMAF