• En los últimos 10 años las mujeres maquinistas han crecido un 350%.
  • La reducción de jornada, uniformidad, lactancia materna y adaptación del puesto de trabajo entre las mejoras a implantar.

 

Con lemas como “por la igualdad, a toda máquina”, “Quiero ser maquinista, no princesa” “Mujer tenía que ser”, o “No soy valiente, soy maquinista” … el colectivo de mujeres maquinistas, pertenecientes a SEMAF, reafirma el sentimiento del colectivo de cara al 8 de marzo, día internacional de la mujer.

En la actualidad las mujeres maquinistas representan un 4,5% del personal de conducción de trenes en el territorio español, según los datos recabados por el Sindicato de Maquinistas. Esto se traduce en 260 profesionales mujeres de un conjunto de 5.600 (Considerando el Grupo Renfe y empresas privadas como CAPTRAIN y la reciente Ouigo).

Esta cifra a priori parece muy baja, pues la incorporación de la mujer en el ferrocarril, sobre todo en la conducción, ha sido tardía y con una incidencia muy paulatina. Provocado porque, en un inicio, las promociones de maquinistas procedían del servicio militar, y hasta los años 80 no se apostó por incorporar a la mujer en el ferrocarril.

No obstante, el dato no es malo si se considera que hace tan solo 10 años, en 2011, el porcentaje de mujeres maquinistas se situaba en el 1,73% (un total de 70). Este crecimiento del 350%, en apenas una década, muestra el esfuerzo y las iniciativas que SEMAF, junto a Renfe, están poniendo en práctica para la incorporación de la mujer en la conducción de los trenes.

 

 

Las personas responsables de Igualdad del sindicato afirman que en “la actualidad se ha producido un gran avance en la incorporación de la mujer. Pues de 52 residencias ferroviarias, repartidas por todo el territorio, en 44 de ellas ya contamos con mujeres en los gráficos de conducción. Esto es casi más importante que el número global, pues contribuye a visualizar y normalizar, en todo el estado, la capacidad de la mujer al frente de un tren”.

SEMAF, como organización sindical que representa al 85% de los maquinistas, se planteó, hace unos años, el objetivo de iniciar acciones que analizasen la estructura organizativa del sector. Un programa llevado a cabo por mujeres, desde el punto de vista de la mujer y de la adecuación a sus necesidades en el desempeño de sus funciones laborales. Con el fin de normalizar la concepción social hacia la mujer en el ámbito ferroviario, corregir las posibles deficiencias de género e incrementar la incorporación de mujeres en la profesión.

Fruto de diversos grupos de trabajo, organizados por SEMAF, (en Madrid, Valencia, Sevilla, etc. donde se convocaron a las mujeres maquinistas de todas las regiones), pronto se obtuvieron los primeros resultados. Los temas abordados por las maquinistas permitieron vislumbrar las rigideces de un sistema no ‘acostumbrado’ a profesionales del sexo femenino.

 

 

Las principales carencias identificadas por las profesionales consistieron en:

La escasa o inexistente adaptación del puesto de trabajo en cuestiones de maternidad, tanto en el periodo de embarazo como en la lactancia materna. La dificultosa reducción de jornada para que permita la conciliación familiar, la falta de adaptación de los aseos que favorezca las necesidades propias de la higiene femenina. Y además la escasa visualización de la mujer maquinista en el imaginario social.

Los déficits sobre todo provenían por la falta de estrategia global y homogénea en todas las gerencias del territorio del Grupo Renfe. Ya que en cada residencia abordan estos requerimientos con sus propias soluciones. Siendo en algunos casos satisfactorio y en otros no.

Así los responsables de Igualdad del sindicato explican que “un análisis de los datos ofrecidos por RENFE, reflejó que en 2020 el 6,5% de la masa laboral femenina ha optado por una reducción de jornada. Mientras que en el caso de los trabajadores varones lo han hecho en un 2,8%. Las mujeres lo requieren más del doble que los hombres. Desde SEMAF, concluimos que una de las mejoras necesarias para favorecer la entrada de mujeres a RENFE, y al personal de conducción, consiste en homogeneizar y flexibilizar los criterios para la implantación de la jornada reducida cuando el profesional la necesite solicitar”.

 

 

La Curiosidad en el sesgo de género

Además, un tema que llamó bastante la atención, expuesto por las maquinistas en los grupos de trabajo, fue la uniformidad suministrada por Renfe Viajeros. Pues en el caso de las mujeres maquinistas (hay constancia que también ocurre en otros colectivos profesionales) se les ofrece la posibilidad de solicitar zapatos de tacón y elegir entre falda y pantalón.

El tacón y la falda contravienen los propios protocolos de autoprotección y prevención de riesgos laborales implantados por el Grupo. Pues el desarrollo de las labores del maquinista requiere subir y bajar del tren desde la vía (puede haber más de un metro) con grandes desniveles, caminar por las piedras de la vía, acceder a armarios y cofres que pueden estar en la sala de máquinas o bajo el tren, etc. Y respecto al pantalón, el modelo femenino es ceñido y carece de bolsillos. Las maquinistas no se pueden guardar las llaves de acceso, los mandos del tren para el cambio de cabina, el llavín con el que se abren los armarios, ni los bolígrafos necesarios para apuntar las notificaciones del puesto de mando.

Esta circunstancia supone un sesgo de género, ya que en el caso de la mujer se prima la imagen en la vestimenta, frente a la utilidad y el confort, por el uso sociológico estereotipado de la imagen de la mujer.

Las diferentes conclusiones de los estudios han sido trasladadas por SEMAF a la empresa para que las incluya en el II Plan de Igualdad, que la entidad está elaborando junto a las organizaciones sindicales, y con ello realizar un cambio estructural. Cambio dirigido a favorecer la entrada de mujeres maquinistas; visualizando su imagen y atrayéndolas al sector ferroviario. Una vez conseguido esta primera parte, que no se vean obligadas a dejar la conducción para ocupar otros puestos más propicios en la conciliación familiar y el ejercicio profesional.

 

 

A pesar de las presentes carencias, se puede afirmar que la incorporación de la mujer en la conducción y en el sector ferroviario en general avanza a toda máquina. Teniendo en cuenta el marco histórico, las primeras ayudantes de maquinistas entraron en 1980 y fueron un total de 42. De ellas 14 pasaron a consolidarse como maquinistas en 1986. En la actualidad 260 mujeres son maquinistas jefas de tren.

Sin duda, para conseguir una mejor conciencia en la sociedad de la mujer como profesional maquinista hay que ser conscientes que el tren en el que pones tus anhelos y emociones cuando vas de viaje… el tren en el que cada mañana, cabezada a cabezada, le recuperas un tiempo al sueño… el tren que colma tus ilusiones acercándote la visita de un ser querido… y el tren que, con alivio, te deja en casa al final de cada larga jornada, seguramente lo conduce una mujer.