Existe una gran desmotivación en el colectivo de conducción, y sin entrar a valorar las causas posibles y probables de esa conducta (lo cual es muy importante pero no es la razón de este aviso, aunque sería deseable que los responsables de la empresa se hiciesen eco de ello e hicieran una reflexión al respecto), parece oportuno recordar que sería muy conveniente para todos nosotros el que apuntásemos en el libro de reparaciones del material motor todas las incidencias y averías que se produzcan en los diferentes tipos de tren que conduzcamos. Asimismo debemos poner en conocimiento del pertinente Puesto de Mando cualquier anormalidad o incidente, según consta en la circular 2/2009 “Procedimiento general para la gestión de incidencias en el tráfico ferroviario” apartado 3.1.

Ello obedecería entre otras cuestiones a:

1. El cumplimiento de las circulares n.º 5/2004, firmada el 25 de marzo de 2004, sobre el libro de reparaciones y la n.º 2/2009 de fecha 29 de enero de 2009 (ya mencionada) ambas de la Dirección General, que así lo señalan.

2. La circular n.º2/2009 indica apartado 1.2 “alcance” lo que considera incidencia o anormalidad: aquello que comprometa la seguridad o suponga una disminución de la calidad del servicio; y, en el apartado 3.1 ya citado, la forma en que debemos actuar en caso de anormalidad que es la notificación de la incidencia al P. M. Debe considerarse incidencia la rotura de un espejo, el roce a un andén, etc.

3. Al anotar en el libro de reparaciones la avería o incidencia, el taller tendrá conocimiento de ella y, por lo tanto, podrá efectuar su reparación. Es beneficioso para todos, además, que demos el mayor número de datos posible, ayudará al personal de talleres a realizar con eficacia y rapidez su labor.

En caso de no hacer la anotación mencionada, y de no avisar al Puesto de Mando, el departamento de talleres no tendrá constancia de la problemática, luego no podrá repararlo. Así pues, en gran medida, de nuestro comportamiento respecto al libro de reparaciones y aviso al P. M. dependerá que los trenes que conduzcamos estén en las mejores condiciones posibles. Tengamos una actitud activa y positiva al respecto.