Desde SEMAF queremos trasladar nuestra mayor oposición a los titulares que se han vertido en los medios, acusando al colectivo de Maquinistas de “huelga encubierta” o “huelga de celo”, mucho menos de carácter salarial.

Somos conscientes de la situación que estamos viviendo actualmente como sociedad derivada de la pandemia provocada por la COVID – 19 y no queremos contribuir en que las situaciones que se viven a diario en el ferrocarril se vean agravadas por los problemas de gestión actual que sufre la Entidad Pública.

Nuestra organización quiere denunciar que desde hace aproximadamente 3 años comenzó a denunciar la nula gestión deliberada en materia de recursos humanos y en el mantenimiento del parque motor del Grupo Renfe, la cual ha llevado a una situación de inoperatividad en varios ámbitos, en especial en Cataluña donde existe un 85% de los vehículos con afectación.

Lo que veníamos denunciando los últimos meses, junto con los anuncios que se han producido hoy mismo en prensa, manifestando el interés de los Ministerios de Transportes y de Economía de privatizar los servicios considerados como Obligaciones de Servicio Público, el día siguiente de celebrar el 80 aniversario de Renfe, están considerados como una agresión clara al colectivo ferroviario y a la sociedad y demuestran las intenciones ocultas de las decisiones y el rumbo que toma la Dirección del Grupo.

La falta de proyecto presente en la actual Dirección, junto con la inevitable comparación de desinversión en el ferrocarril convencional frente a la Alta Velocidad, causan una falta de servicios esenciales y de circulaciones que se correspondan con la realidad de la oferta de movilidad actual.

Intentar hacer negocio con lo público cuando se trata de un sector esencial, sobradamente demostrado en el transcurso de esta pandemia, muestra su incompetencia en la gestión de servicios públicos esenciales.

De esta manera, el futuro del ferrocarril, en concreto el de Renfe como Entidad Pública, donde la Dirección del Grupo carece de la voluntad y del carácter competitivo necesario para afrontar la presente liberación del ferrocarril, llevará a los ferroviarios a una privatización encubierta de los servicios, desembocando en una situación similar a la fallida liberalización del transporte de mercancías por ferrocarril en el 2005, donde, en lugar de crecer de manera competitiva, se ha ido reduciendo el volumen de tráfico ferroviario ahogando un sector crucial para la economía y la sostenibilidad medioambiental.

SEMAF quiere dejar claro que no somos un instrumento más para buscar la justificación continua a los problemas que se generan dentro del grupo derivados de su inacción, que tienen como principal consecuencia, una vez más, en la imposibilidad de llevar a cabo todos los servicios esenciales que prestamos a la sociedad.

Que se culpe a los maquinistas de su nefasta gestión en recursos humanos y la falta de mantenimiento del Grupo es síntoma de la debilidad que muestra esta Dirección, donde solo pretende “salvar los muebles” focalizando la raíz de todos los problemas expuestos sobre los trabajadores, enfrentándolos injustamente con la sociedad, y exculpándose de su nula capacidad a través de la tan manida excusa del COVID-19.

Los trabajadores, esenciales para el desarrollo de la movilidad fundamental, manifestamos nuestra repulsa a ser criminalizados por el simple hecho de ser cumplidores de nuestras obligaciones como profesionales públicos y garantizar nuestra seguridad juntamente con la de los viajeros.

SEMAF seguirá reivindicando el cumplimiento de la normativa europea y estatal, además de defender el ferrocarril ante agresiones como la que hemos descrito, pese a las acusaciones y la provocación de los Gestores de nuestra empresa, garantizando la correcta operación y servicio para que toda la sociedad vea cubierta sus necesidades.