‘Sesión de presentación de los estudios sobre el agotamiento psicológico, el trauma y las condiciones de vida y trabajo de los maquinistas ferroviarios’ es el título de la jornada organizada por nuestros compañeros del SMAQ (Sindicato Portugués de Maquinistas), miembro del Sindicato Europeo de Maquinistas (ALE), a la que SEMAF acudió hace unos días como presidentes de este.

En el encuentro tuvimos la oportunidad de intervenir frente a autoridades del Gobierno y del sector del transporte en nuestro país vecino, donde expusimos las siguientes líneas que a continuación compartimos en este artículo:

El maquinista es el centro de TODA la operación ferroviaria. Es el único agente que ha de interactuar con el resto de agentes (responsables de circulación, auxiliares de maniobras, interventores, mecánicos, centro de gestión, etc.) y con todos los elementos que componen la operación (infraestructura, instalaciones de seguridad y protección, vehículos, señales, sistemas de comunicación, viajeros, mercancías, etc.)

Además, el maquinista es el profesional que ejecuta en primera persona la operación. En la que no solo se responsabiliza de su actuación, sino también de la actuación de todos los demás agentes. Siendo el garante final de que la operación se realiza con seguridad y éxito.

Esta circunstancia requiere una gran capacidad mental y física.

Mental, porque son necesarias mucha concentración, capacidad cognitiva y agilidad para procesar abundante información cada segundo y actuar rápidamente, según lo requiera el caso.

Igualmente, el maquinista ha de reunir una óptima capacidad física. Los maquinistas pasamos cada año una revisión médica, psicológica y física muy exhaustiva.

Estas capacidades mentales y físicas que ha de reunir el maquinista están directamente relacionadas con la seguridad del sistema y de la operación.

Por ello la normativa laboral (como así sucede en España) ha de considerar nuestra profesión como una profesión a la que prestar especial atención, en la que el profesional, llegada una determinada edad, ha sufrido un desgaste mayor que supone que sea más difícil reunir las capacidades exigidas. La legislación debe proteger al maquinista y propiciar la seguridad de la operación.

Desde la Presidencia de ALE estamos trabajando con las diferentes Instituciones Europeas para que este reconocimiento legal se haga extensivo a los maquinistas de todos los Estados Miembro de la UE, empezando por su inclusión en la “Directiva Europea de Maquinistas”.