Maquinistas, compañeras y compañeros

No se ha producido ningún avance en la reunión, de hoy 17 de noviembre, que la representación de los Comités Generales de Empresa de Renfe y Adif hemos mantenido con el Secretario de Estado de Transportes, el presidente de Renfe y la presidenta de Adif.

Han tenido buenas palabras y manifestado buenas intenciones o voluntades. Sin embargo, no han querido suscribir ningún acuerdo formal que garantice el cumplimiento de nuestras reclamaciones.

Como todos sabéis, luchamos contra la privatización de Renfe Mercancías y contra las transferencias que supongan la segregación del Grupo Renfe y Adif y la consiguiente salida de la RFIG.

En SEMAF sabemos que las palabras de los responsables de estos pactos pierden valor sin acuerdos reales y así lo hemos transmitido. La reunión de hoy no se acerca a ser considerada un avance. Hemos salido de la reunión transmitiéndoles que por la parte que nos corresponde la conflictividad sigue igual de abierta y a menos días de producirse el parón del sector ferroviario en todo el territorio nacional.

Sabemos que afrontar nuevas movilizaciones es un proceso duro y previsiblemente largo para todas las personas que trabajan diariamente en el ferrocarril. También, supone una oportunidad para manifestarle a los responsables y a la opinión pública la voluntad del colectivo ferroviario en tener un sector ferroviario público, fuerte y seguro.

Hemos tenido la oportunidad de celebrar varias asambleas en Galicia, Miranda del Ebro, Barcelona… y en los siguientes días seguiremos realizando en otras residencias. Queremos pediros comprensión ya que por los tiempos nos resulta imposible visitaros a todos, por ello las estamos realizando por zonas geográficas.

Supone una gran satisfacción comprobar la gran participación que está habiendo y el compromiso que estáis mostrando en esta lucha.

Al final la unidad del colectivo es la mejor respuesta frente a las acciones que amenazan nuestra profesión, el ferrocarril público y nuestro futuro.

No debemos permitir que seamos moneda de cambio, ni instrumento político para resolver los problemas que generan con mala gestión o falta de consenso. Y la única alternativa es la lucha y la movilización sindical.