Madrid, 17 de marzo de 2020

 

Queridos compañeros y compañeras,

Estamos viviendo una situación que dista mucho de lo que estamos acostumbrados a vivir en nuestra rutina laboral y en nuestra vida personal. Lo excepcional de esta situación es algo relativamente desconocido dentro del sector ferroviario, y en muchas ocasiones, difícil de procesar y manejar en profesiones como la nuestra.

Siempre he tenido claro que nuestra profesión, al menos cierta parte de nuestro trabajo, es de un marcado carácter de servicio público, es decir, que permite a la sociedad funcionar día a día y que es esencial para que, en momentos como éste, profesionales puedan desarrollar su trabajo tan fundamental.

En un momento en el que es necesario suspender libertades, acotar derechos y delimitar la movilidad, suena paradójico que unos profesionales del transporte como nosotros podamos ser fundamentales para superar crisis como éstas. Pero lo cierto del transporte por ferrocarril es que vivimos, al menos hasta este momento, de toda la sociedad a la que transportamos, por lo que cuando esta sociedad, que tanto nos ha dado, pide nuestro esfuerzo, está claro que debemos responder.

Tenemos claro que llegará el momento de pedir responsabilidades en cuanto a la mala gestión en nuestro ámbito, o la torpeza o lentitud en la toma de decisiones, si esto se ha producido, pero también sabemos que ahora no es el momento para justificar, ahora es el momento de actuar unidos, con responsabilidad y solidaridad.

Es momento de encontrar soluciones y trabajar unidos, de ahí que sumemos esfuerzos para poder afrontar el reto de poder desempeñar nuestras funciones en una situación como ésta, donde el encontrar lo fundamental, se está tornando en casi imposible, aunque juntos hemos demostrado que podemos ser incluso más efectivos encontrando medios que los propios responsables de hacerlo.

Hemos paralizado conflictividades, incluso sin saber la magnitud de lo que se venía encima, porque siempre hemos tenido claro que una conflictividad laboral está al margen de una necesidad social, y mucho menos debe agravar o perjudicar en una crisis como ésta.

Somos los profesionales de la conducción ferroviaria, es decir, los máximos responsables de un tren circulando por raíles. Raíles que transportan estos días a los profesionales sanitarios, a los cuerpos policiales, mercancías necesarias, a todos aquellos que necesitamos para superar esta crisis sin precedentes y donde debemos hacerlo con unidad.

En estos días, trabajaremos y deberemos abandonar nuestros domicilios, los imprescindibles, la gente que necesita la sociedad para poder funcionar, por lo que si en este momento debes trabajar, ten por seguro que no lo haces por un rédito personal, sino por una necesidad colectiva. Y da por hecho que si tú no lo haces, otro te no sustituirá porque en este momento eres irremplazable.

Tenemos que ser conscientes que todo el riesgo que podremos correr en nuestro trabajo, no es comparable al que sufren y sufrirán los profesionales sanitarios que están en primera línea de batalla con un virus, que desgraciadamente ataca a los más débiles.

Creo que con el tiempo miraremos este momento de la historia mundial y podremos enorgullecernos de como hemos actuado, porque si algo ha marcado siempre al colectivo de conducción ha sido la unión.

Doy mi apoyo a todos los profesionales que actualmente trabajan para que todos podamos superar esta situación, a todos los que desafortunadamente han perdido o perderán su puesto de trabajo como consecuencia de lo que estamos pasando y a todos los que desgraciadamente han perdido a un ser querido estos días.

Os agradezco personalmente cómo, en días como éste, puedo decir libremente que soy maquinista y que mis compañeros y compañeras luchan y apoyan a la sociedad cuando se les necesita.

Muchas gracias por vuestro esfuerzo y por vuestra cooperación para que ésta batalla la ganemos todos.